Los lechazos Pro-Biodiversidad proceden de los últimos rebaños de ovino en régimen extensivo que quedan en el Parque Nacional de Picos de Europa y su entorno.
La marca distingue los lechazos procedentes de ganaderos que mantienen sus rebaños en régimen extensivo en los pastizales de espacios de la red Natura 2000 de la Cordillera Cantábrica, y que contribuyen a la conservación de la biodiversidad. A cambio, la Fundación para la Conservación del Quebrantahuesos organiza su venta en circuito corto, sin intermediarios, para que los ganaderos obtengan un precio mas justo.
La marca comenzó su andadura 2018, con dos ganaderos. En 2024 ya son 22 los ganaderos asociados y se comercializarán más de 13.500 kilos.
La producción sigue el ciclo natural, por lo que los lechazos Pro-Biodiversidad son un producto de temporada, con una gran demanda.
A primeros de año, los ganaderos acuerdan directamente con las plataformas de distribución el precio, a los que venden toda su producción. Si a ello le sumamos que el sistema supone un notable incremento en el precio neto por kilo para el ganadero, Pro-Biodiversidad está contribuyendo al mantenimiento de la ganadería extensiva de ovino. A cambio, los ganaderos contribuyen a la conservación de la biodiversidad y, en especial, del quebrantahuesos.
Todo ello es posible a la participación de los ganaderos, plataformas de distribución alimentaria (Alimerka y Lupa) y restauración (Paradores) y mataderos.
En el año 2020, el proyecto Pro-Biodiversidad ganó el premio Natura 2000 de la Unión Europea en la categoría «Beneficios socioeconómicos»
Con los lechazos Pro-Biodiversidad, estamos incrementando la renta de los ganaderos y su calidad de vida. Por su parte, contribuyen a mantener el paisaje, la biodiversidad, reducen el riesgo de incendio forestal y contribuyen a la alimentación de las aves necrófagas de la zona: buitre leonado, alimoche y quebrantahuesos.



